Junji Ito el maestro del terror
Junji Ito, uno de los grandes maestros del terror japonés, nació el 31 de julio en la prefectura de Gifu. Su interés por el manga de terror empezó en la escuela primaria cuando su hermana mayor le prestaba su colección del maestro Umezu Kazuo. Así, inspirado por la afición de su hermana a dibujar y por la obra de Umezu, el joven Junji Ito descubrió un hobby que, al principio, fue alternando con sus estudios y, más tarde, fue combinando con su profesión de dentista.
Pero las cosas empezaron a cambiar a partir de 1987. Ese año presentó una de sus historias cortas a Gekkan Halloween, que ganó una mención honorífica en el Premio Kazuo Umezu. Ese mismo año, se publicó su primera historia en la revista Nemuki’s Halloween Monthly y empieza una de sus series más famosas, Tomie, que duró desde el 1987 hasta 2000 en las propias páginas del Nemuki’s Halloween Monthly (más tarde recogido en tres volúmenes).
Tomie cuenta la historia de una niña prácticamente inmortal, aparentemente inocente, dotada de extraños poderes. Lleva a la locura a todo aquél que la sigue, obligándolos a romper todas las barreras inimaginables y a cometer los más atroces actos de violencia.
Tomie fue premiada con el Premio Umezu Kazuo a la Excelencia y obligó a Ito a tomar la decisión de su vida. Abandonó su carrera de dentista y se centró totalmente en el manga de terror. A lo largo de los 90 siguió publicando historias en Nemuki’s y en Bizarre Tales of Sleepless Nights. En 1997 publica un manga en cuatro partes titulado The Tragic Story of the Giant Black Pillar en la revista Shougakukan’s Big Comic Spirits Weekly. Y en 1998 llega su segundo gran éxito, Uzumaki.
Uzumaki, con evidentes influencias de H.P. Lovecraft, es una serie de historias cortas con un denominador común: un pueblo donde sus habitantes comienzan a fascinarse, de manera macabra, con las figuras en forma de espiral. Es una obsesión enfermiza que desemboca en asesinatos, locura, transformaciones, body horror (otro tema muy frecuente en el trabajo de Ito), gore y mucho más.
El éxito de Junji Ito en Big Comic Spirits Weekly siguió en el 2001 con su tercera gran obra, Gyo. Influenciada por la película Tiburón de Spielberg, aunque Ito fue un paso más allá.
La historia de Gyo gira alrededor de la pareja formada por Tadashi y Kaori que deben enfrentarse a una misteriosa horda de peces gigantes con patas de metal, impulsados por un olor conocido como el “hedor de la muerte”.
Pero su obra no decae con el tiempo, si no que evoluciona con historias como El diario felino de Junji Ito, una obra tierna pero inquietante que nos narra la convivencia del autor con su prometida y sus gatos. O la perturbadora Black Paradox, que trata el tema del suicidio. O Hellstar Remina, que nos habla del descubrimiento de un planeta desconocido a través de un agujero de gusano que amenaza con la desaparición de la Tierra.
Junji Ito más allá del manga
El apabullante éxito de Tomie no podía pasar desapercibido y, coincidiendo con el auge del cine de terror japonés, era inevitable el salto a la gran pantalla. La primera película fue un éxito y le siguieron hasta ocho secuelas más y varias TV-movies. Uzumaki también tuvo su versión cinematográfica que conservó la inquietante atmósfera del manga y de Gyo se realizó una versión en anime.
Donde no ha tenido tanta suerte Ito es en el mundo de los videojuegos. Bandai creó un par de videojuegos de Uzumaki para su consola portátil, la WonderSwan, que nunca salieron de Japón. Y hace un par de años, coincidiendo con las celebraciones de Halloween en Japón, The Pokémon Company sostuvo una colaboración con Junji Ito de la cual resultaron un par de ilustraciones de Banette y Gengar, dibujadas con su estilo característico.
Pero la mayor decepción ha sido la cancelación del videojuego de Silent Hill que iban a desarrollar Guillermo del Toro y Hideo Kojima para Konami y que iba a contar con la colaboración de Ito. Lamentablemente, al final no se realizará.
La esencia de Juni Ito
De todas formas, es innegable que Juni Ito es un maestro del terror. Es un hombre ilustre en el horror cósmico sin concesiones humorísticas, excepto si se trata del humor negro. Casi siempre los más terribles desenlaces persiguen a sus personajes, víctimas de fuerzas que no comprenden y contra las cuales no tienen defensa alguna. Su universo es cruel y caprichoso, sus personajes son, a menudo, víctimas de circunstancias malévolas sin ninguna razón apreciable o son castigadas de manera totalmente desproporcionada por infracciones menores de un orden natural desconocido e incomprensible.
En su obra destaca su línea limpia, sus gestos exagerados, su querencia por los acontecimientos sobrenaturales y, también su interés en explorar la compleja construcción de los sentimientos humanos.
Fuentes: Universo Nintendo, 78 Magazine, Canino
