EL ESTRENO DE IRON FIST ¿HA SIDO LO QUE SE ESPERABA?
Iron Fist fue creado para Marvel Comics por Roy Thomas y Gil Kane a principios de los 70’ como reflejo del interés del público de la época por todo lo relacionado con el kung fu y el misticismo oriental, viendo la luz en el año 1974 en el número 15 de Marvel Premiere.
Allí duró hasta el número 25, pasando a tener su propio cómic y hacer apariciones esporádicas en Power Man, la serie dedicada a Luke Cage. Con los años, el personaje fue deambulando por diversas series, incluida la etapa menos brillante de Los Nuevos Vengadores, hasta el reciente relanzamiento de Power Man and Iron Fist dentro de Marvel NOW!
La serie de Iron Fist
En los planes del tándem Marvel-Netflix, la serie Iron Fist era el cuarto y último eslabón que faltaba, tras Daredevil, Jessica Jones y Luke Cage, antes del evento-reunión The Defenders. En cierta forma, era un estreno bastante esperado, no sólo por las ganas que tienen todos los fans de ver ya la culminación de este mega-proyecto y que se desvele ya el evento que va a reunir a los cuatro superhéroes. Si no, porqué Iron Fist es un héroe interesante, envuelto en los misterios del lejano oriente, torturado por su pasado…
Pero antes de su estreno ya se levantaron voces críticas que discutían la necesidad o lo conveniencia de desarrollar toda una serie dedicada en exclusiva al personaje. De hecho, al parecer en el mismo seno de la unión entre Netflix y Marvel también se había dudado del proyecto. Y en algún momento se había hablado de sustituirla por una serie dedicada a The Punisher. De todas formas, quizás no fueran más que rumores infundados porque, realmente, el proyecto de The Defenders incluye a Iron Fist desde el principio.
La serie cuenta el regreso a la civilización de Danny Rand, el hijo de un multimillonario, que ha pasado 15 años desaparecido en el Tibet. Sus padres murieron en un “misterioso” accidente y él ha pasado todo este tiempo en la enigmática ciudad de K’un-Lun, donde se ha formado como monje budista y se ha transformado en un experto en kung fu ganando, además, el poder de invocar el poder del Puño de Hierro.
Recepción de la serie
Según los datos recogidos por 7Park Data, un servicio que tabula las estadísticas de streaming de vídeo con servicios como Netflix, Iron Fist es la serie de este canal más consumida en lo que llevamos de año.
Según los datos de este servicio, el 54,7% de los espectadores vieron tres o más episodios de Iron Fist en su debut el 17 de marzo, un 7,8 % más que el porcentaje estándar de espectadores que se dan un atracón con una serie de Netflix.
Así mismo, según 7Park Data, la serie acaparó el 14,6% del streaming de Netflix en su estreno, superando a otras series del canal como Luke Cage, la segunda temporada de Daredevil, Stranger Things o la última temporada de Orange is the New Black.
Esto contrasta con las puntuaciones que Iron Fist ha obtenido en portales como Rotten Tomatoes, apenas un 17 %, siendo una de las peor valoradas de la historia. Algunos analistas aducen a diferencias entre los gustos de los críticos y los consumidores que no siempre concuerdan, pero si observamos las opiniones y los análisis que de la serie han hecho los fans por todo el mundo, mucho nos tememos que Iron Fist no sale muy bien valorada.
Iron Fist no era lo que esperábamos
Por mucho que pretendan convencernos de lo contrario, esta entrega de las aventuras de Danny Rand no es lo que se esperaba. Y las optimistas cifras de streaming quizás obedezcan simplemente a otros motivos no relacionados con su supuesta calidad. El principal problema es el mismo protagonista que sigue manteniendo su infantil inocencia a pesar de todo lo que le va ocurriendo, sin crecer en ningún momento. Esto provoca que Iron Fist pase desapercibido entre los personajes secundarios y los villanos que son mucho más interesantes.
Por otro lado, el ritmo de la serie es absolutamente tedioso. Hay que esperar seis capítulos para que parezca que suceda algo medianamente importante. Sinceramente, la trama tampoco es lo que se esperaba. En un principio todos los fans deseaban ver elementos relacionados con la progresión del personaje y su conexión con el misticismo oriental y no una historia de ambiciones corporativas.
Por otra parte, tenemos las luchas, algo que tendría que ser clave en la serie, pero son escasas y descafeinadas. No tienen nada que ver con las que vimos en Daredevil, se nota que Finn Jones, el actor que interpreta a Iron Fist, no se siente demasiado cómodo con las escenas de acción. Y, eso, es un elemento clave para este tipo de series.
Por supuesto, no todo es negativo y cada persona tiene su gusto, aunque la crítica es bastante generalizada. Hay que destacar positivamente el papel de los actores secundarios y los villanos. Como conclusión solo podemos decir que esperamos que The Defenders nos traiga mejores noticias.
