VOLVEMOS A NUESTRA NIÑEZ CON ESTA CRÍTICA DE POWER RANGERS LA PELÍCULA
Después de 24 temporadas con 830 capítulos y tres películas previas, Power Rangers una serie iniciada en el año 1993 y que aún sigue emitiéndose, ha conseguido convertirse en un icono por sí misma.
Su gloriosa estética de bajo presupuesto con esos trajes de licra, los robots biomecánicos con forma de dinosaurio, el megazord en el que se transformaban al luchar juntos y todos aquellos enemigos surrealistas que parecían sacados de un mercadillo, configuran buena parte de los recuerdos de nuestra niñez.
Si no tenéis hijos, probablemente ni sabíais que la serie aún continuaba, con su mismo tono “cutre” y desfasado que tanto nos gustó de pequeños y que ahora vemos con nostalgia e incluso con algo de vergüenza ajena.
Pero Haim Saban, creador del invento original, re-adquirió la franquicia hace unos años y ahora se ha decidido a renovarla totalmente con un nuevo enfoque. Y su punto de partida es Power Rangers. La Película.
Power Rangers. La Película
Este nuevo reboot de la franquicia está dirigido por Dean Israelite (Proyecto Almanaque) tras haber abandonado el proyecto Roberto Orci para encargarse de Star Trek Beyond, y cuenta con guión de John Gatins, Kieran Mulroney, Michele Mulroney, Matt Sazama y Burk Sharpless.
Los protagonistas de esta nueva versión son Dacre Montgomery (que también veremos en la segunda temporada de Stranger Things) como Jason Lee Scott, el Ranger Rojo; Naomi Scott (Terra Nova) como Kimberly Hart, la Ranger Rosa; Becky G (una conocida cantante pop de ascendencia mexicana) como Trini Kwan, la Ranger Amarilla; Ludi Lin como Zack Taylor, el Ranger Negro; y RJ Cyler como Billy Cranston, el Ranger Azul. Además cuenta con la presencia de Bryan Cranston (Breaking Bad) como Zordon, el mentor de los Power Rangers y original antiguo Ranger Rojo; y Elizabeth Banks (Spider-Man) como Rita Repulsa, la enemiga de los Power Rangers.
Basada en el arco argumental de Mighty Morphin Power Rangers, a primera vista destacan algunos cambios en cuanto a la formación del grupo. Ha habido algunos cambios en cuanto a las razas de los personajes originales y, por ejemplo, Trini es lesbiana, Zack es bilingüe y Billy es una persona con autismo.
En cuanto a la historia, Zack, Kimberly, Billy, Trini y Jason son unos estudiantes de secundaria que han sido elegidos por Zordon para convertirse en los Power Rangers, tras descubrir que su pequeña ciudad de Angel Grove, y el mundo entero están amenazados por una fuerza extraterrestre dirigida por Rita Repulsa, una ex Ranger, que está preparando un asalto, con un ejército de golems de piedra llamados Patrulleros y un monstruo de oro gigante llamado Goldar, con la intención de apoderarse del Cristal Zeo, un poderoso artefacto que la ayudaría a apoderarse del Universo. Para lograrlo, los cinco jóvenes deberán lograr trabajar como uno solo, aprendiendo el valor de la amistad, la solidaridad y el trabajo en equipo antes de que Rita acabe con ellos.
Entre “El Club de los Cinco” y “Iron Man”
La serie original de los Power Rangers tenía un encanto especial que provenía de su tosquedad. Una tosquedad nada casual pues era originada por su curioso método de producción. Y es que Power Rangers no era una obra original. Era más bien una especie de “adaptación” de una popular serie japonesa tokusatsu llamada Super Sentai.
Para cada episodio de Power Rangers, Haim Saban tomaba intactas unas cuantas secuencias de acción de Super Sentai y las mezclaba con los fragmentos rodados expresamente con los actores americanos que protagonizaban las tramas estudiantiles. El resultado eran esos errores de continuidad constantes, escenas que saltaban de una localización a otra de forma misteriosa y coreografías de lucha que parecían clases de aeróbic.
Pero con esta nueva adaptación a la gran pantalla se ha pretendido dar un nuevo giro. Más actual con unos nuevos Rangers más serios y más oscuros. Ahora, en lugar de ser ingenuos chavales son problemáticos adolescentes con auténticos problemas de socialización y agresividad.
De hecho, la película dedica 90 minutos de su metraje a relatarnos los orígenes de su asociación y en profundizar en cómo los personajes exploran sus habilidades recién adquiridas, participan en sesiones de entrenamiento y van entendiendo la importancia de la amistad, la solidaridad y el trabajo en equipo. Y no es hasta el último acto en que no hacen presencia los nuevos trajes a lo Iron Man.
En realidad da la sensación de que, a lo largo de toda la película, se pretende rendir tributo al modelo oficial y, a la vez, desentenderse de él. Aspira a su vez a encarnar una nueva versión sombría y oscura, más acorde con las nuevas historias de superhéroes, que para satisfacer a los viejos fans de la serie que ya son adultos, mientras intenta mantener el espíritu casposo original, zigzagueando un poco como perdida.
No, no es una mala película… Pero no sé, quizás no era la película de los Power Rangers que yo esperaba. Sea como sea, Haim Saban asegura tener material para seis secuelas más.
